Aventuras en el mar: paseo en ferry y semi-submarino en Isla Catalina

Continuamos con las aventuras de mis gemelitos en los diferentes medios de transporte. En el post anterior les compartí de su paseo en tractor en la granja y los campos de flores.  Desde hace unos años quería visitar la isla Catalina en la costa oeste de Los Angeles CA, pero nunca se presentó la oportunidad. Así que el día de mi cumpleaños quise aprovechar y visitar la isla en compañía de mi esposo y mis gemelitos. Sin duda la mejor opción para celebrar mi cumpleaños y el día de las madres en fin de semana. Lo mejor de todo fue que mis niños tuvieron su primer paseo en ferry y en un semi-submarino; fueron muchos los momentos graciosos e inolvidables.

Paseo en ferry

Nuestra partida fue en el puerto de San Pedro, LA, California; teníamos que registrarnos al menos 15 minutos antes para poder abordar.  Les confieso que no salimos a tiempo y en el camino iba nerviosa, sabía que no íbamos a llegar a tiempo y temía que fuéramos a regresar a casa; sólo esperaba de un milagro. Llegamos al estacionamiento 15 minutos antes y salimos corriendo para registrarnos. Afortunadamente aun había una línea de personas listas para abordar; ¡qué alivio! no hubo necesidad de correr y saltar al ferry.

 

Ferry to Catalina (3)

Al minuto de haber abordado, el ferry echo a andar. Al principio iba como a 20 millas por hora y fue cuando nos paramos en el barandal para apreciar el mar, los barcos, las gaviotas y la vista del puerto. Los niños señalaban los barcos, el mar  y preguntaban por el pez. Fue una gran sorpresa para mí que mencionaran la palabra boat (palabra en inglés) para referirse al barco o ferry. Un día antes les había mostrado videos en YouTube de barcos y así tuvieran una idea de lo que sería la próxima aventura. Ferry to Catalina (2)Después de 20 minutos el ferry aceleró como a 45 millas por hora, empezamos a perder balance y era difícil caminar, así que apresuramos para regresar a nuestros asientos; nos faltaban 45 minutos para llegar a la isla. Empezaba a preocuparme que tanto movimiento les fuera afectar a los niños ya que no veníamos preparados con pastillas para el mareo. Pasaban los minutos y Ferry to Catalina (1)los niños paraban sobre los asientos o bajaban queriendo dar unos pasos; el movimiento constante no parecía asustarles, en cambio a mi esposo sí (temía sentirse mareado). ¡Vaya! La mayor parte del tiempo íbamos parados o caminando y perdiendo el balance con un niño en brazos; ellos querían explorar e ir por todos los rincones del ferry. En los últimos 20 minutos íbamos en la parte superior del barco a cielo abierto; en una ocasión señalé y exclamé, ‘¡mira el barco!’, entonces Paulo grito ‘No’ y me corrige diciendo ‘boat’. Mi esposo y yo no evitamos la carcajada. Parece que mis niños tendrán preferencia por el inglés.

Llegamos a la isla al medio día y empezamos a caminar, esperábamos que los niños durmieran en la carriola antes de nuestra segunda aventura en el semi-submarino pero no sucedió. Aquí algunas fotos de bellos rincones y paisajes en nuestra primera excursión del día.

Paseo en semi-submarino

Submarino Catalina IslandFue un paseo de 45 minutos a metro y medio de profundidad, al principio solo veíamos peces largos y delgados, más tarde vimos unos peces más grandes acercarse al submarino, condicionados en espera de comida. En el tour se tiene la opción de alimentar a los peces al presionar el botón de tu ventanilla el cual genera una explosión de comida. Nosotros compramos 4, 2 explosiones para cada niño ya que hay un botón a cada lado de la ventana. Los niños gritaban emocionados ‘pez, pez’. Cada uno comía nueces de su contenedor y Carlo al final les ofrecía pasas y almendras a los pececitos. Algunas de las especies identificadas fueron los peces Garibaldi, chopa media luna y calico bass, entre otros.

Después hicimos una segunda excursión caminando hacia el Wrigley Memorial y jardín botánico, en un recorrido de 4 millas ida y vuelta. Parecía que éramos los únicos aventureros excursionistas y cuando nos faltaba .25 millas para llegar al jardín una simpática pareja se ofreció llevarnos en su ‘golf cart’, en ese momento no sabíamos que tan lejos estábamos así que aceptamos, afortunadamente pudimos acomodar la carriola en el pequeño compartimiento. Fue otro grato paseo para los niños. De regreso fue más fácil la caminata ya que íbamos cuesta abajo. Al final hicimos 10 millas de excursión en nuestra estancia de 7 horas en la isla.

A las 7 pm abordamos el ferry. Éste era más grande y con más tripulantes a bordo. Nuevamente los niños deseaban explorar cada rincón del ferry lo cual era muy difícil para nosotros. Yo en lo personal estuve a punto de caer con mi niño en brazos en algunas ocasiones. Mi esposo y yo empezamos a sentir un poco de malestar así que deseábamos que los niños se quedaran quietos pero ¡nada los detenía!, a cada rato se escapaban incluso gateando. Nuestra experiencia con los gemelos fue como ¡perseguir un tornado marítimo durante un tsunami! Ver el puerto cerca y sentir que el ferry bajara la velocidad fue un alivio. Sin duda los niños disfrutaron mucho de su paseo en ferry.

La Isla Catalina ofrece muchas actividades y atracciones para la familia, así que planeamos regresar y quedarnos más días con los niños para disfrutar de la playa y otras diversiones y excursiones.

Gracias por la visita. ¿Has hecho un viaje en ferry o barco con tus niños?, ¿un paseo en submarino?  ¿Has visitado la Isla Catalina con tus hijos? Compártenos tu experiencia.  Me gustaría leer esos momentos graciosos e inolvidables. Regresa pronto, próximamente el último post de la serie: Truck Adventures: un evento para niños.


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